He empezado esta entrada del blog con un objetivo claro: intentar transmitir al mayor número de personas posibles los motivos para apoyar las Huelgas General y de Consumo del día 29 de marzo. Haciendo un esfuerzo por aplicar un enfoque lo más neutral que he sido capaz, para que quien lo lea no lo perciba como una moralina, un sermón o el resultado de una pretendida superioridad moral.
Para ello, parto de la siguiente premisa: no soy un experto en derecho laboral. Todo lo contrario, no tengo ni idea. Así que he hecho lo único que sé hacer: leer y resumir. Comparar distintas fuentes, para formarme una base propia sobre la que comparar las contradictorias opiniones con las que somos bombardeados por unos medios de comunicación cada vez más tendenciosos y menos plurales.
Después de pensar un buen rato cómo enfocar este “resumencillo” para que llamase tu atención, he decidido:
- Recopilar las ideas más lesivas de la reforma laboral.
- Recordar que tenemos muchas más razones para la huelga.
- Rebatir las posturas más habituales con las que muchas veces las personas se justifican para no ir a la huelga.
Espero que con esto sea suficiente para que entiendas, querido lector, mi decisión de no trabajar ni consumir el día 29 de marzo. Si tienes la paciencia de leerlo y te queda una chispa de solidaridad, cuando tus tripas vuelvan a su ser quizás tomes la decisión de acompañarme. Y de compartir esta reflexión copypasteada con toda la gente que quieres.