jueves, 31 de mayo de 2012

No te salves


No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma

no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios

no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana

y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo

Mario Benedetti

lunes, 21 de mayo de 2012

El virrey negro


Virrey de las Españas carreteras
se cree el sabio, de negro coronado.
Su trono aguanta, contra viento y marea.
Acecha, cual león, agazapado.

Para él la carretera es una ciencia:
la ciencia del favor y del recado.
Él supervisa, elige, otorga, agencia,
apunta al sabio y coloca al enterado.

Mas todo reino acaba, ésa es su cuita,
y el suyo ya está casi terminado.
Por eso este terceto nos incita:

“Ya no pinchas ni cortas, ya has pasado.
Ya nadie juega a darte la manita.
Ya todos te queremos… jubilado”.