sábado, 13 de julio de 2013

Moción y Censura

Por mucho que el establishment político-económico se empeñe en ocultarlo, a la mayor parte de los españoles ya no se nos escapa la insostenible situación, a raíz del asunto Bárcenas, del partido que ostenta el gobierno con mayoría absoluta.

Utilizando el rodillo parlamentario logrado en las urnas en 2011 (con apenas un 30% de los ciudadanos con derecho a voto, merece la pena recordarlo), el Partido Popular consigue una y otra vez que el presidente Mariano Rajoy no dé explicaciones de cómo se financiaron ilegalmente durante más de veinte años).

Da igual que todo el país hable de ello. Da igual que toda Europa hable de ello. Da igual que todo el mundo hable de ello. El Partido Popular se niega en redondo, y obstaculiza cualquier intento de transparencia al respecto. Irene Lozano lo cuenta con crudeza en su artículo “La servidumbre voluntaria del PP”.

Estamos ante un nuevo intento desesperado de huir hacia delante de la corrupción que carcome al PP: si todo fuera mentira, si Bárcenas fuera el despreciable mentiroso que ahora se empeñan en dibujar en Génova 13, qué fácil sería para el presidente del gobierno limpiar la imagen de su partido. Pero no, Mariano sigue sin contestar a la segunda pregunta.



Así las cosas, muchos ciudadanos hemos comprendido que, pese a que la mayoría absoluta del PP impedirá que prospere, la herramienta idónea para que Mariano Rajoy deje de esconderse tras sus plasmas, y vaya al Congreso a dar cuentas aunque no quiera, es la Moción de Censura.