domingo, 27 de enero de 2013

La reforma de la administración local


Esta semana os presento la primera colaboración en el blog de otro compañero ingeniero de caminos del Ministerio, Guillermo Llopis. Además de ser de las personas que más saben de túneles de carretera en España (tampoco hay tantos que sepan… J), Guillermo tiene otras aficiones. Es amante del buen café, de los lances de azar, de las artes marciales, de las culturas septentrionales y, sobre todo, de la política: en sus ratos libres, estudia Ciencias Políticas en la UNED.

Su artículo de hoy trata de eso, de política. Seguro que no es el último, porque me ha prometido ayudarme a escribir otro sobre autovías de primera generación.

Siempre es un placer tener una conversación con Guillermo. Aunque se esté haciendo mayor. Hoy cumple años. ¡Felicidades, viejo!

LA REFORMA DE LA ADMINISTRACIÓN LOCAL

domingo, 20 de enero de 2013

¿Concursos o subastas?... Las armas requieren espíritu

La semana pasada propuse un debate por aquí que tuvo bastante aceptación sobre la relación entre la corrupción y la forma de contratación de obra pública. Varios compañeros han comentado su opinión en el blog, con aportaciones interesantísimas y dignas de ser tenidas en cuenta para mejorar la legislación de contratos, y muchos otros hemos hablado de ello durante la semana.

El artículo que servía de introducción al debate aporta contenidos muy valiosos. En primer lugar, Teófilo denuncia con su nombre y apellidos algo que el ciudadano tiene que saber: que la contratación pública de obras ha sido y es un foco de corrupción política. También denuncia en sus comentarios posteriores ciertas malas prácticas que todos conocemos en la fase de redacción y valoración de ofertas. Esto no vale con comentarlo en corrillos o tomando café. Sino que, para que la realidad empiece a cambiar son necesarios nombres propios que se pongan a cambiarla. Por eso, mi gratitud a Teófilo por haber dado un (pequeño y primer) paso adelante.

Asimismo propone herramientas muy interesantes, como los performance bonds, la desincentivación de reclamaciones infundadas o la Fals Claims Act, que ayudarían sin duda a una administración pública más eficaz.

Pero defiende una premisa que no puedo compartir en el sentido que la plantea:

“El concurso, por muy bien estructurado que esté, ofrece siempre un margen de discrecionalidad en sus valoraciones cualitativas, que puede ser utilizado por políticos y funcionarios para dirigir el sentido de la adjudicación.

Y digo que no la comparto porque no quiero ver en el mismo saco a políticos y funcionarios. No me detendré en el detalle de que la generalización de la frase es muy peligrosa: ni todos los políticos son iguales, ni todos los funcionarios somos iguales, ni por supuesto un colectivo debería tener mucho que ver con el otro.

Antes de seguir, imaginad una escena:


domingo, 13 de enero de 2013

TS. Breve reflexión sobre concursos y subastas


Hoy comparto en el blog un artículo de Teófilo Serrano. No sólo por su contenido (de cuya opinión, como apuntaré más adelante en un comentario, disiento, aunque aporta interesantes ideas de cómo controlar la corrupción en obra pública), sino también por las curiosas circunstancias en las que su autor me ha propuesto difundirlo.

Para quien no lo sepa, Teófilo Serrano es un político español, ingeniero de caminos de profesión. Durante su trayectoria ha ocupado importantes cargos institucionales: entre otros, ha sido Director del Gabinete del Ministro de Trabajo y Seguridad Social de 1982 a 1986, Secretario de Estado para la Administración Pública de 1986 a 1991, Secretario general de la Federación Socialista Madrileña del PSOE, diputado portavoz en la Asamblea de Madrid y Senador por este partido entre 1991 y 1994. En 1994 renunció a presentarse a la reelección como Secretario General de la FSM, abandonando la política activa y dedicándose a tareas más relacionadas con la profesión: ha sido director del Ente Público de Ferrocarriles de la Junta de Andalucía, y más recientemente presidente de la entidad pública empresarial Renfe-Operadora en el último gobierno socialista, hasta su cese el 23 de enero de 2012, con el nuevo gobierno de Mariano Rajoy. En la actualidad ocupa un cargo de vocal asesor en la Dirección General de Ferrocarriles del Ministerio de Fomento.

Es muy significativo que una persona con esta trayectoria política comience un artículo con la siguiente afirmación:

“La corrupción política en España se concentra, principalmente, en dos campos claramente delimitados: el urbanismo y la contratación pública de obras”.

He conocido personalmente a Teófilo Serrano a raíz de su interés en mi artículo sobre el PITVI. En un agradable desayuno, mantuvimos una interesante conversación, a partir de la que yo ratifiqué varias ideas sobre el funcionamiento del establishment (son cosas que uno sabe “con sólo mirar”, pero impresiona que te las confirmen ciertas fuentes). También comentamos la necesidad de regenerar la profesión, muy lastrada con las prácticas viciadas a las que no sé si obliga o conduce ese establishment. Otra idea en común fue la de sacar las infraestructuras del debate político: las obras públicas no son de izquierdas ni de derechas, y más todavía en esta época de crisis, los partidos deberían ser capaces de consensuar las prioridades de inversión en este campo… Ojalá en el suyo prevaliese su opinión.

Sin entrar en más detalles del encuentro que quedan para mi experiencia, diré que una parte de la conversación giró en cómo podemos ayudar a cambiar las cosas. Yo soy un convencido de “la práctica personal” (de lo que llamo “mis pinturas de guerra”): creo que para cambiar lo que no te gusta es tan sencillo como predicar con el ejemplo, y no hacer aquello que no te gusta. Además de eso, es muy importante que cada uno denunciemos (firmando con nuestro nombre y apellidos) todas las malas prácticas de las que tengamos conocimiento. Cuantos más seamos, más valor tendrá este tipo de acciones.

Esa mañana invité a Teófilo a escribir en mi blog, denunciando con su nombre aquello que creyese conveniente. Su primera aportación es este artículo, una opinión personal sobre la forma de contratación de obras. La agradezco y la comparto con el ánimo de generar debate, aunque como ya he dicho estoy en desacuerdo (y para no coaccionar la lectura del artículo y el debate, razonaré mi opinión más adelante en forma de comentario a la entrada).

TS, espero que te animes y cuentes muchas más cosas que los ciudadanos deberían saber. Por ejemplo, en cuanto al despilfarro producido en la Alta Velocidad Española, tema en el que estoy seguro que tendrías mucho que aportar. Ya sabes que este rincón está siempre abierto a la honestidad.

En cuanto al tema planteado… Vosotros ¿Qué opináis?

Actualización 3/2/2013: mi comentario sobre el artículo de Teófilo se puede encontrar en este mismo blog, en el artículo: "¿Concursos o subastas?... Las armas requieren espíritu".

Breve reflexión sobre concursos y subastas 

miércoles, 9 de enero de 2013

Algo va mal... Pero puede ir bien


Este año los Reyes Magos han traído a mi gente un regalo estrella. Desde esta Navidad 18 ejemplares del libro “Algo Va Mal” circulan por el mundo con la siguiente dedicatoria: