Virrey de las Españas
carreteras
se cree el sabio, de
negro coronado.
Su trono aguanta,
contra viento y marea.
Acecha, cual león,
agazapado.
Para él la carretera
es una ciencia:
la ciencia del favor
y del recado.
Él supervisa, elige, otorga,
agencia,
apunta al sabio y coloca
al enterado.
Mas todo reino acaba,
ésa es su cuita,
y el suyo ya está
casi terminado.
Por eso este terceto
nos incita:
“Ya no pinchas ni
cortas, ya has pasado.
Ya nadie juega a
darte la manita.
Ya todos te queremos…
jubilado”.
Manu, algún compañero viejuno del ministerio?
ResponderEliminarHola Anónimo.
EliminarAprovecho esta respuesta para aclarar que nunca respondo a los anónimos. Léase la paradoja. Pero bien es verdad que nunca lo he dicho aquí, así que "sirva el presente de precedente" (hoy estoy especialmente cansino con esto de la rima).
... En todo caso, quede claro que aunque no hubieras sido un Anónimo, tampoco te hubiera respondido. Me ciño en esta ocasión al adagio latino: "Intelligenti pauca".
Saludos.