miércoles, 18 de julio de 2012

Intervención en Asamblea de FEDECA


He preparado una intervención para la Asamblea General Extraordinaria que celebra FEDECA el jueves 19 de julio, a las 18:00 en el Ateneo de Madrid. No sé si me atreveré a leerla. Por si acaso, aquí la dejo, no se vaya a echar a perder.


(Actualizado el 19 de julio, incluyendo algunos cambios y algunas sugerencias de compañeros, justo en el momento de imprimirlo para llevarlo al Ateneo).

***


Buenas tardes.

Mi nombre es Manuel de Lucas. Presto mis servicios en la Subdirección General de Explotación y Gestión de Red de la Dirección General de Carreteras del Ministerio de Fomento, y pertenezco a la Asociación del Cuerpo de ICCP del Estado desde que aprobé la oposición en la Oferta de Empleo Público del año 2006.

Agradezco a FEDECA la dureza que está imprimiendo a sus últimos comunicados. Desde mi punto de vista, es un paso en la dirección correcta. Aunque considero que hemos llegado a un punto de no retorno en el que hemos de luchar no sólo en los despachos, sino también en la calle. Por ello, agradezco a muchos de los compañeros de los Cuerpos Superiores la solidaridad y el apoyo a las convocatorias de movilización social que se vienen produciendo desde el jueves pasado, y que hoy ofrecen una importante cita a las 20:30 en la plaza de Neptuno.

Comparto con todos los presentes la indignación por el maltrato a que somos sometidos desde hace mucho tiempo los trabajadores públicos de este país. Percibo de manera muy clara el descrédito hacia nuestra profesión que el establishment político y económico está trasladando a la opinión pública. Creo que esta estrategia es el resultado de un plan muy pensado: debilitar a la administración pública cada vez más, para paulatinamente exterminarla y privatizar el país. La Administración es la última frontera que tienen que vencer para mover los hilos. Y los que estamos aquí sabemos muy bien que, cuando el Gobierno proporciona a la Administración unos objetivos claros, y le dota de los recursos adecuados, la Administración es mucho más eficiente y eficaz que la empresa privada. Otra cosa es que existen intereses muy poderosos que actúan en contra de la Administración.

No quiero extenderme en este análisis, porque creo que lo compartimos muchos de los presentes, y otros compañeros ya han hablado de este hecho tan claro. Si me he atrevido a dirigirme a este auditorio es para aportar algo de lo que creía que no se iba a hablar aquí hoy. Espero que se entienda en mis palabras todo el respeto y el cariño que le tengo a mi profesión y a mis compañeros.

Se trata de hacer un poco de autocrítica en torno a tres ideas. Las tres las veo relacionadas con algo de lo que nos sentimos bastante orgullosos en este colectivo, puesto que siempre lo mencionamos: el concepto de “Mérito y capacidad”. Y creo que no son ideas sobre las que tengamos que reflexionar únicamente como grupo, sino también a título individual.

En primer lugar, me refiero a la relación entre el “Mérito y Capacidad” y el nombramiento de puestos directivos. El manifiesto que discutimos aquí hoy incide en este tema al considerarnos “servidores públicos independientes, no servidores políticos”, y al exigir “una gestión profesional y no política de la función pública”. No obstante, muchos de nosotros estamos hartos de ver cómo se producen nombramientos “a dedo”, por amiguismos o por afinidad política entre los cargos directivos (de nivel de subdirector incluido para arriba, sobre todo de asesores), y de ver del mismo modo que nadie hace nada que consiga evitarlo. Es difícil creer en una carrera profesional basada en el “Mérito y Capacidad” cuando nuestra progresión se ve frustrada por la promoción de advenedizos y la colocación indiscriminada de cesados de puestos de libre designación, en los niveles más altos funcionariales.

  • Como organización, espero que estéis de acuerdo conmigo en solicitar a nuestra federación de asociaciones una mayor vigilancia de los cargos nombrados. No me refiero solamente a que ciertos cargos se tengan que cubrir con miembros de un cuerpo concreto por competencia profesional. Sino, lo que creo más importante, que el perfil elegido tenga experiencia contrastada en el campo que va a tener que dirigir. También es fundamental la forma del nombramiento: FEDECA tiene que perseguir y denunciar el abuso de la libre designación, que propicia que las decisiones ejecutivas no sean pensadas por los funcionarios directivos, sino impuestas por la camarilla política de turno.
  • Como individuos, estamos acostumbrados a haber trabajado mucho para conseguir nuestros éxitos profesionales. Por este motivo, muchas veces nos vemos capacitados para hacernos con “cualquier puesto que nos ofrezcan”. Y por eso, muchas veces hemos visto cómo ciertos cargos son ocupados por compañeros que, pese a ser excelentes profesionales y trabajadores, carecen del conocimiento necesario para dirigir con garantías el departamento encomendado. Yo sí creo que “los buenos aprenden rápido”. Pero estoy convencido de que el momento de aprender no es cuando eres nombrado subdirector.

La segunda idea tiene que ver con los hábitos de los funcionarios. El “Mérito y Capacidad” no deben agotarse al acabar la oposición, sino que han de acompañarnos a lo largo de nuestra vida profesional. Una de las maneras que tiene el establishment de desacreditarnos ante la opinión pública es poner de manifiesto lo que nos gusta el “escaqueo” (voy a resumir los malos hábitos de algunos empleados públicos en la palabra “escaqueo”, y espero que todos entendamos más o menos a qué me refiero). Si somos sinceros, tendremos que reconocer que este escaqueo existe en la Administración. En un porcentaje muy pequeño probablemente, pero a la vista de todos está que suficiente para que esa forma de descrédito tenga bastantes seguidores.

  • Como organización, creo que la solución pasa porque FEDECA exija de manera muy notoria la necesidad de más Inspecciones de Trabajo en el seno de la Administración. No es justo que finalmente todos paguemos por unos pocos irresponsables. Yo no entiendo esa mal llamada solidaridad con elementos fraudulentos, que finalmente avoca a un desapego de la ciudadanía respecto de los trabajadores públicos.
  • Como individuos (y sobre todo como individuos responsables de equipos de personas por nuestra condición de Cuerpos Superiores), creo firmemente en la necesidad de afrontar los problemas concretos de personal de los que seamos responsables. En el Curso Selectivo de mi oposición me explicaron que no es verdad la leyenda urbana de que a un funcionario no se le puede echar. Me explicaron la existencia de los expedientes. Y me contaron casos en los que a personas fraudulentas se les había apartado de la función pública… Pero la realidad es que, desde que aprobé, allá por 2006, nunca he visto un expediente de esos, aunque sí he visto algunas personas que sin duda lo merecerían. Dentro de la gestión profesional de la función pública que exigimos debería tener cabida un adecuado control de los recursos humanos en este sentido, para que no terminemos pagando justos por pecadores.

Por último os hablaré brevemente de cómo para mí “Mérito y Capacidad” no pueden separarse de “Solidaridad”. Desde el 15 de mayo del año pasado he aprendido mucho sobre cómo las personas unidas pueden conseguir grandes cosas. Y cuando no las consiguen, siempre les queda el consuelo y la satisfacción de haber trabajado unidas. El sábado sufrió recortes toda la ciudadanía, no sólo nosotros los trabajadores públicos. Esa misma ciudadanía lleva -llevamos- sufriendo ataques contra el Estado de Bienestar mucho tiempo ya, desde que empezó la crisis allá por 2008. Sin ir más lejos, el 29 de marzo se convocó una Huelga General en protesta de una Reforma Laboral eminentemente injusta y dañina para los trabajadores.

Muchas veces no somos conscientes de las injusticias hasta que las sufrimos en carnes propias. Niemoller lo enunció magistralmente en un poema, en el que el protagonista no protestaba cuando los nazis venían consecutivamente a por comunistas, socialdemócratas, sindicalistas y judíos… Cuando los nazis fueron a por él, no había nadie más que pudiera protestar.

La buena noticia es que las personas estamos despertando, y que cuando despertamos ante la injusticia y usamos la inteligencia colectiva, olvidamos las diferencias con las que hemos sido artificialmente etiquetados y nos vamos solidarizando con los demás. Por eso, aunque probablemente estemos viviendo una de las crisis más graves de la Historia de la Humanidad (y, en mi opinión, la más trascendente), muchos abrigamos la esperanza de que las buenas personas unidas podamos terminar con la cleptocracia que nos domina.

Como dijo Albert Einstein:

“Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla”.

No quiero extenderme más, porque seguramente muchos compañeros quieran hablar, y espero que nos de tiempo a llegar a la manifestación de Neptuno a las 20:30. Os animo a todos a seguir luchando. Ánimo en nuestra lucha.

Muchas gracias.

10 comentarios:

  1. Muy bueno, enhorabuena. No dudes en leerlo

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  2. Para mí es perfecto. Léelo y no te cortes. Creo que en estos momentos se está jugando algo más que una paga extraordinaria o algún que otro recorte. Se está poniendo en entredicho este modelo de Estado y los servidores públicos somos elemento clave de transformación, pues esta pseduo-democracia ya no nos vale.

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  3. Gracias por tus palabras, tus ideas y por expresarlas. Necesitamos mas gente con ilusión y con sueños.

    Un saludo,

    Andrés Pastor

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  4. Enhorabuena Manuel, te agradezco este discurso coherente en defensa de la funcion publica, de funcionarios que podriamos estar en la privada pero que estamos aqui porque creemos en la administracion, y no como los politicos que la unica palabra que tienen hacia el funcionario es la de VAGO!!!
    Animo a ti , a FEDECA y atodos los funcionarios en especial los de grupo A que creemos que con nuestra colaboracion se puede salvar la administracion es decir España.

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    1. La Administración se puede salvar con la colaboración de TODOS LOS EMPLEADOS PÚBLICOS, cada uno tiene su labor y es tan importante, que unos no podrían avanzar sin los otros, no lo olvidemos. Sobran contratas, sobran cargos de confianza a dedo, sobran libres designaciones a dedo, sobran productividades astronómicas y masivas para unos cuantos y nulas para otros y FALTAN MUCHOS MANU DE LUCAS.

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  5. Gracias, has puesto en palabras lo que pensamos muchos. Que no nos paremos aquí.

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    1. Gracias a ti, Rubén. Por supuesto que no paramos.

      Un abrazo.

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  6. Hola, soy Marisol. Funcionaria hace mas de veinte años y sigo soñando con la administración que describe el autor del blog. Magnífico por cierto, qué ganas de ver escrito algo tan rotundo y tan real. Gracias Manu de Lucas. Siempre tengo varios jefes pie encima de mi puesto, pero ninguno debe leer estas cosas. Cada vez que me escandalizo por algunas cosas, suelen decir eso de que "siempre se ha hecho así" y se quedan indiferentes. Si les hablo de estos blogs, apenas los conocen ni se molestan en saber mas. Lo mas triste es que dos años después de escribir estas inquietudes, nada ha cambiado. He visto el artículo a través del blog "trabajando mas por un poco menos". Gracias a los que os movéis por mejorar.

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