Como lo prometido es deuda, y durante la semana he remitido
a varias personas en tuiter a una entrada en el blog en la que pudiéramos
hablar de ciertos temas, con más espacio y sosiego que el mundo de los 140
caracteres, aquí dejo esto con la esperanza de generar debate.
Estos días he reflexionado sobre uno de los mayores poderes
que nos gobierna. Se trata del establishment de los viejos medios de
comunicación.
A comienzos de semana, y al respecto de las elecciones
italianas, la maquinaria mediática se empeñó con fuerza en transmitir a la
opinión pública la idea de que el resultado de las urnas avocaría a una “Italia
ingobernable”. No hay más que repasar los titulares de las portadas de la
principal prensa escrita del martes:
ABC: “El
empuje de “Il Cavaliere”, que prácticamente empata con Bersani; la gran
irrupción de Grillo y el desplome de Monti dibujan una Italia ingobernable”.
Cinco Días: “El
miedo al desgobierno de Italia borra el optimismo de las Bolsas”.
El Mundo: “Italia
bloqueada por los buenos resultados de Berlusconi y Grillo”.
El País: “Berlusconi
y la antipolítica de Grillo abocan a Italia a la ingobernabilidad”.
El Periódico: “Italia,
imposible”.
Expansión: “La
incertidumbre en Italia pone en vilo a los mercados”.
La Razón: “Una
Italia ingobernable pone a Europa en alerta”.
La Vanguardia: “El
voto antieuropeo hace temer una Italia ingobernable”.
Es sintomático que, cuando el resultado de unas elecciones
es tal que, para poder gobernar, hay que hacer el esfuerzo de escuchar las
propuestas del de enfrente, de llegar a acuerdos, de buscar consensos y puntos
en común, de superar diferencias… En definitiva, cuando el escenario es
totalmente propicio para lo que cada vez más ciudadanos entendemos por “hacer política”, los viejos medios de
comunicación se empleen a fondo en convencer a la opinión pública del gran
peligro que corre.
Los que consideramos indispensable un cambio radical en
nuestra Ley Electoral, que permita que todos los votos valgan lo mismo, y que
dé voz a las minorías. Los que queremos basar las decisiones de la res publica
en el consenso educado de la ciudadanía. Los que, en resumen, creemos en el
pluralismo, hemos de estar satisfechos de cualquier aprieto que sufran aquéllos
que realmente nos gobiernan.
… Pero es que, por desgracia, los ciudadanos somos muy
“gobernables”…
Gobernar, según la RAE. Cuarta
acepción: “Manejar a alguien, ejercer una fuerte influencia sobre él”.
... Y enlazo con el tema polémico de la semana: el injusto y ruin tratamiento mediático que recibe UPyD (tan parecido al que recibe el 15M). Por mi simpatía hacia ese partido (tan parecida hacia ese movimiento), estoy bastante pendiente, por lo que detecto fácilmente la descarada estrategia: ignorar y ocultar todo lo bueno, exagerar y tergiversar a la menor posibilidad. Estos días, muchas personas han hablado de UPyD, en concreto de Toni Cantó.
El asunto, que desde mi punto de vista explica muy bien @jorgevalenciai en este artículo, se puede resumir en lo siguiente:
El asunto, que desde mi punto de vista explica muy bien @jorgevalenciai en este artículo, se puede resumir en lo siguiente:
- Toni Cantó comete el grave error de escribir algunos tuits con datos no contrastados sobre el tema tabú de la violencia de género. Cada uno tendrá su opinión en la causa, para mí fue un error consecuencia de la vorágine de tuiter, pero estoy seguro de que no hubo mala fe.
- El error es aprovechado por todos aquéllos que están esperando cualquier traspiés de UPyD (partido que lógicamente no cae precisamente simpático a los que han llevado el país a donde estamos), para echar a rodar la gran maquinaria lapidatoria.
- Toni Cantó reconoce rápidamente el error y pide disculpas por varias vías (entre otras twitter, televisión, prensa escrita y comisión de igualdad del congreso), a la vez que la maquinaria sigue su avance: políticos que piden la dimisión del diputado, partidos que exigen al menos su expulsión de la comisión de igualdad, espacios continuos en los medios informativos, artículos de opinión por doquier, campañas orquestadas en las redes sociales…
Inciso, para quien
quiera abrir el debate tabú de la violencia de género, dejo aquí la siguiente
reflexión: ¿Se podría entender que una ley es injusta si vulnera los principios
de igualdad, proporcionalidad y culpabilidad, en la medida en que, ante
idéntico hecho (acto violento en una relación de pareja heterosexual), se
ofrece una distinta respuesta punitiva según el agresor sea hombre o mujer? ¿Es
justa la Ley
1/2004? ¿Es mejorable? ¿Se aplica adecuadamente el principio de
discriminación positiva? ¿Es de hecho de recibo ese principio? Ojalá que nos
animemos a opinar al respecto, puesto que creo que se trata de uno de los temas
en que alejarse del discurso prefijado es políticamente incorrecto, pero también
muy beneficioso. Si os animáis a hacerlo aquí, encantado en acoger un debate
del que todos nos enriqueceremos. Pero por favor, hacedlo con respeto.
Pensémoslo: ¿cuántas veces hemos oído hablar últimamente de
UPyD en los medios de comunicación? ¿Podemos recordar algo que no lleve la
coletilla “Toni Cantó”? Espero que sí, eso querría decir que somos capaces de
vencer a esa manipulación de la que hablo.
… Manipulación que, objetivamente existe. Como ejemplo os propongo
jugar, como cuando éramos pequeños, a las diferencias. ¿Qué veis de diferente
en estas dos imágenes?
Por si algún lector con prisas no se puede parar a jugar, se
lo cuento yo. La imagen de arriba es del Telediario del martes por la noche. La
de abajo, del miércoles por la mañana. La diferencia es que, de repente, se
omite la información de que UPyD vota a favor del llamado “acuerdo
anticorrupción”. Uno puede pensar que se trata de una casualidad, de un becario
que ha dado sin querer a un botón, o lo que quiera. Yo, que como digo tengo experiencia
observando este tipo de casos, te propongo que a partir de ahora, si has
sentido curiosidad por el ejemplo, pongas atención y alucines.
A mí me parece que si se deja la víscera a un lado, y se
piensa bien, existen motivos mucho más importantes que los desafortunados tuits
de Toni como para exigir
dimisiones en este país… En cualquier caso, es algo novedoso en España un
político que acepta su error y pide disculpas por todos los medios posibles.
Una posible dimisión a exigir, por ejemplo, podría ser la de
Salvador Victoria, del Partido Popular. Y no por haber seguido al dedillo “Su
estrategia” (de la que ya hemos hablado por aquí) cuando, también mediante
tuiter, la semana pasada arengó
contra la manifestación #23FMareaCiudadana… Aunque tengo claro que sus
tuits forman parte de un plan, y que los considero ruines, alguien podría
pensar que no sería objetivo exigir una dimisión por unos tuits rectificados y
por otros no... Yo desde luego no. Yo sí creo que esta persona debe dimitir
como portavoz del Gobierno de la Comunidad de Madrid. Porque la diferencia
entre los tuits de Toni y los de Salva, es que los primeros fueron con buena
fe, y los segundos con mala fe.
… Pero, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, que
soy ingeniero de caminos, y que el blog es mío y escribo lo que quiero, yo
exigiría su dimisión como presidente
del Canal de Isabel II, puesto que ocupa desde finales de 2012. Sería
una manera tan buena como otra de comenzar a aplicar el sentido común a los
nombramientos de cargos públicos.
No tiene sentido técnico que el presidente del Canal no
tenga ningún tipo de experiencia en la gestión del ciclo del agua. Me
gustaría preguntarle la diferencia entre una ETAP y una EDAR, o que me diga la
fórmula del caudal.
Sí tiene sentido político (en el deplorable circo de la
política patria, me refiero) que el presidente del Canal sea una de las figuras
del Partido Popular madrileño. Así le será más fácil al establishment seguir
con la
privatización de nuestro querido CYII.
Termino con una transcripción de un caso muy famoso de
lapidación mediática:
Pilato les dijo:
- ¿Quieren que les
ponga en libertad al rey de los judíos?
El sabía, en efecto,
que los sumos sacerdotes lo habían entregado por envidia. Pero los sumos
sacerdotes incitaron a la multitud a pedir la libertad de Barrabás. Pilato
continuó diciendo:
- ¿Qué debo hacer,
entonces, con el que ustedes llaman rey de los judíos?
Ellos gritaron de
nuevo:
- ¡Crucifícalo!
Pilato les dijo:
- ¿Qué mal ha hecho?
Pero ellos gritaban
cada vez más fuerte:
- ¡Crucifícalo!
Pilato, para contentar
a la multitud, les puso en libertad a Barrabás; y a Jesús, después de haberlo
hecho azotar, lo entregó para que fuera crucificado.
Marcos, 15, 9-15.
Leer más:
“Ah,
y la regeneración periodística, claro”, de Irene Lozano.
“¿Alguna
mujer en defensa de Toni Cantó? Yo misma”, de Anna Grau.
“Del
linchamiento de Cantó y otras hipocresías”, de José Antonio Zarzalejos.
"Toni Cantó tenía más razón que un santo", de José García Domínguez.
"Toni Cantó tenía más razón que un santo", de José García Domínguez.
Estoy de acuerdo con casi todo lo que has dicho. Cualquier traspiés que cometa un cargo público de UPyD va a ser aprovechado para intentar acabar con él por parte de la Casta política y sus medios.
ResponderEliminarDe todas formas, Toni Cantó actuó de manera poco inteligente publicando semejante información sin contrastarla y de una manera tan sensacionalista. Quizás sí debería dejar su puesto en la comisión de igualdad.
Lo de Salvador Victoria... Está claro que hay puestos públicos que deberían ser ocupados por expertos y no por políticos (por el único hecho de tener carné del partido). Es una forma de corrupción también.
Enhorabuena por tu blog!!!! Espero que cada vez tenga más seguidores, más debate y más éxito.
Muchas gracias, Lisardo. Me alegro de que te guste el blog.
EliminarYo no creo que el error merezca ese castigo para UPyD. Además de que lo veo desproporcionado, imagínate lo que podría ser ese "triunfo" en manos de los medios.
De todo esto me quedo por un lado con la capacidad de pedir disculpas, algo a lo que no estamos muy acostumbrados en nustro panorama político. Y por otro con la oportunidad que se presenta para mejorar una ley tan importante como la 1/2004.
Un abrazo.
Estoy de acuerdo, como es natural, con casi todo lo que dices.
ResponderEliminarHay un par de matizaciones. Aunque para ti UPyD sea "el partido", la realidad es que es un partido minoritario, con un apoyo del 4,69% del total de votantes en las últimas elecciones.
Simplemente significa que es normal que algunas de las cosas buenas que hacen, que estoy convencido de que las hay, y muchas, serán silenciadas simplemente por falta de interés.
Recuerda que los medios publican para sus clientes, que son el perfil de televidentes, radioyentes, lectores que pagan por verles, o que ven sus anuncios, o que los escuchan. Lógicamente, un medio que "habla" para 11.000.000 de personas (ya sea PP o PSOE, más o menos andan por el mismo número de simpatizantes) vende más publicidad y más cara que uno que hable para 1.100.000, por mucha razón que tengan estos últimos.
Ánimo, se trata de ir convenciendo poco a poco a la gente.
En cuanto a lo de Salva Victoria, creo que deberías dejar la víscera a un lado, tal y como haces con Toni Cantó. Desde mi punto de vista, los dos hacen exactamente lo mismo: publican un twit (o varios) sobre un tema que es políticamente incorrecto. Ambos se disculpan y ambos retiran el twit.
El que tú opines que uno lo hace con mala intención y el otro con buena no es más que tu impresión de los hechos, claramente sesgada, pues no puedes saberlo de ninguno de los dos.
Y en cuanto a lo de que Salva Victoria debe dimitir como presidente del Canal, estoy completamente de acuerdo. No por el twit ese, sino porque no creo en el control político de cada empresa pública (de hecho, no creo en las empresas públicas. O se hace públicamente o privadamente, pero las empresas públicas son subterfugios para saltarse la ley sin saltársela).
De igual manera, deberían dejar su cargo gente como Francisco Gil-Ortega (PP) en Enresa después de su cagada de esta semana que ha pasado casi desapercibida, o Xavier de Pedro (Chunta) en la CHE tras las "traídas con pinzas" explicaciones sobre los deslizamientos de ladera en Yesa (esto tiene su explicación técnica y administrativa, por supuesto). Solo por mencionar a dos de ellos: hay cientos, lamentablemente para España.
Saludos
Ángel Gil
Hola Ángel.
EliminarPara mí UPyD no es "el partido". Sino la opción de voto que yo defiendo en este momento. Porque cuando nació en 2007 recogía en su ideario aquello que yo llevaba defendiendo mucho tiempo, y porque desde entonces ha demostrado coherencia.
Pero también te digo que para mí la política no es fútbol. Vamos, que mi único equipo es el Real Madrid.
La comparación entre Salva Victoria y Toni Cantó la hago de manera muy consciente: estoy convencido de que Toni se equivocó, mientras que Salva no, sino que hizo "lo que exige el guión de su partido".
Para la buena gente es muy difícil pensar mal de los demás a priori. A mí también me pasaba... Pero desde hace un tiempo estoy convencido de que cosas para mí antes impensables son, por desgracia, una realidad. Sin tratar de convencerte, pues creo que es imposible convencer a nadie de esto (es algo que uno tiene que descubrir por sí mismo), te recuerdo mi post sobre la Relatividad:
http://sigoteniendosuenos.blogspot.com.es/2012/09/una-teoria-de-la-relatividad.html
Ojalá que poco a poco en la profesión nos vayamos haciendo más valientes, y empecemos a impedir los esperpentos técnicos tipo Salva Victoria o los que tú mencionas.
Un abrazo.
Bueno Manu, ha costado pero al final ha triunfado el "hacer política" que reclamabas. Por fin el PD ha pactado con el PDL de Berlusconi. Al final era cuestión de tiempo, si Bersani no se baja suficientemente los pantalones pues dimite y el siguiente se lo baja por él.
ResponderEliminarAunque tampoco hay que dejar al margen al partido 5 estrellas que se ha encargado de torpedear cualquier otra alternativa que le llevara a participar en el gobierno y por tanto a mojarse. Al final siempre pasa lo mismo con los partidos críticos con el sistema, cuando les llega el momento de tomar decisiones y mojarse, prefieren quedarse al margen para poder seguir criticando.
En fin, cosas como las que pasan en Italia le hacen pensar a uno que siempre podría ir peor en España... aún no tenemos un Berlusconi.